La pedagogía del trabajo, es uno de los marcos de acción de la pedagogía social. Como ya lo mencionamos anteriormente, la pedagogía del trabajo busca el desarrollo laboral de las personas como una manera sustentable de crecimiento económico para ellas. Pertenece a un área no formal, se puede concebir incluso como la formación profesional inicial ofrecida fuera del sistema educativo formal, pero orientada a la capacitación de las personas para adquirir su primera profesión. Considerando que se trata de programas educativos no formales y que sus destinatarios suelen ser jóvenes en situación de fracaso escolar, que necesitan aprender una profesión para insertarse en el mercado laboral y huir de una posible marginación social, en nuestro país existe este tipo de programas para jóvenes en esta situación como para dueñas de casa, personas en rehabilitación por drogas, etc. Que son promovidos desde el ámbito público, como en el ámbito privado, con mayor cantidad de programas, muchas veces enfocados a sus necesidades. La formación que ofrecen, en su mayoría, no está avalada por títulos oficiales, pero se puede decir que prepara a los individuos para iniciarse en una profesión.
Bajo esta concepción, se identifica el rol de la pedagogía del trabajo en la pedagogía social, como una de las áreas que otorga más apoyo a las personas y a la economía del país, ya que es la que se preocupa de entregar herramientas de reinserción laboral, útil para generar recursos de quienes participan de estos proyectos, como además y de manera indirecta se realza el autoestima, la confianza en sí y se reduce la delincuencia ya que muchos delincuentes declaran que recurren a estos hechos porque no tienen capacitación ni conocimientos para determinados trabajos.
A la pedagogía social, además se le otorga más importancia cuando se le reconoce la incidencia que tiene en el crecimiento económico del país. Sin embargo, es en este punto donde se encuentran algunos autores que critican esto, considerándolo: “una instrumentación de la educación al servicio del aparato productivo” (Casanova, 1994: 142)*. Más aún, se trata de una exigencia que la sociedad actual plantea al sistema educativo, porque es una realidad cada vez más latente, que sumado a las exigencias cada vez más altas del sistema se reconoce que se requiere tratamiento pedagógico en la oferta educativa, tanto formal como no formal, para proporcionar una formación inicial adecuada que capacite a los profesionales requeridos por el mercado laboral.
* QUÉ ES LA PEDAGOGÍA LABORAL, PILAR PINEDA HERRERO
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